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domingo, 4 de mayo de 2008

El Infierno

Desde la primera vez que fui a una sauna, decidí aplicarle ese calificativo por el calor que se pasa en esos locales. Supongo que no soy el único que las llama así.

No recordaba que las saunas eran adictivas. Llevaba años sin acudir a ellas, ya que tuve la mala suerte de contagiarme de bichos unas cuantas veces y con lo difíciles que son de quitar, terminé harto y asqueado de mí mismo.

¿Hay algún médico en la sala? No sé qué hacer, pero por lo que he leido, no hay forma de prevenirlas, porque se harían resistentes al insecticida, pero hay quien dice que se te lo aplicas justo después de que te hayan infestado, no les daría tiempo a poner huevos y reproducirse. Me encantaría que alguien pudiese darme una opinión formada al respecto.

Practicar el celibato no es fácil; el deseo sexual no desaparece y habiendo sitios como el Infierno es complicado no sucumbir. Y si vas y tienes éxito, es difícil quitarse de la cabeza la idea de volver a probar. Pero por ahora intentaré controlarme para no volver a infestarme.

Para los no iniciados, una sauna (hablaré sólo de las de ambiente homosexual) es básicamente un local donde acuden hombres con la sana intención de follar (o no). Una forma rápida de tener relaciones sexuales, en general sin haberse conocido previamente. La sauna en sí (es decir, las habitaciones donde hay calor seco o húmedo) sólo son parte del tinglado y de hecho, normalmente sólo ocupan una pequeña parte. Cerca de esas salas suele encontrarse la zona de duchas, alguna de ellas de agua fría para los valientes que se atreven tras unos minutos sudando.

El resto suelen ser pasillos, escaleras, sillones, pequeñas (o no tan pequeñas) salas con colchonetas (para pasar a la acción en privado, o no tan en privado)... Casi todas tienen una zona o sala oscura (hay gente a la que le pone eso) y algunas incluso una piscina o jacuzzi y más instalaciones. Normalmente tienen también un bar donde se puede tomar un refrigerio.

Al pagar la entrada en una sauna, nos darán unas chanclas del número que pidamos, así como una toalla, un trozo de sábana para enrollar a la cintura y la llave de una taquilla para cambiarnos de ropa. Anteriormente incluso proporcionaban dos toallas y alguna cosa más, pero la tacañería suele hacer mella en los dueños de los locales y la mayoría de las veces cobrarán por toallas adicionales y otras cosas que pidamos (preservativos, lubricante, etc).

Una vez dentro, se busca la taquilla cuyo numero coincide con el de la llave que nos han dado. Allí podemos desnudarnos y dejar nuestra ropa. No hay que olvidar cerrar bien la taquilla para evitar robos. En la recepción de la sauna podemos dejar objetos personales o de valor que no queramos dejar en la taquilla.

Después de desnudarse, la limpieza ante todo: lo ideal es darse una ducha para evitar malas experiencias después, ya que hay que tener en cuenta que es fácil sudar en estos sitios. A partir de ahí, todo depende de lo que vayamos buscando y de la suerte.

Personalmente prefiero las saunas donde van maduros y gorditos. No me atraen nada físicamente otro tipo de hombres, así que hay que escoger adecuadamente el local al que acudir, ya que de otro modo no hay nada que hacer. Para descubrirlas, afortunadamente hoy en día existe Internet, aunque nunca hay que descartar la pregunta directa si tienes el suficiente descaro, como hizo un amigo mío la última vez. Estábamos de viaje y entramos en un bar frente a la calle de una sauna, para ver si podíamos observar si circulaba gente. En estas que sale un hombre de la puerta de la sauna y mi amigo sale disparado del bar. Ya habíamos pagado, así que salí tras él:

Yo: ¿Donde vaaaaaas?
Amigo (dirigiéndose al que acababa de salir de la sauna): Oye, perdona, que no soy de aquí, ¿te puedo hacer una pregunta?
Hombre (flipando): Eeh... Estooo.
Amigo: ¿Qué tipo de gente viene a esta sauna? ¿De nuestra edad, sobre los sesenta, o mayores?
Hombre: Mayores, mayores...
Amigo: Gracias, gracias. (El hombre se marcha).
Yo: Joder, pues vámonos a la otra que habíamos visto.

Es curioso que en un sitio donde todo el mundo va desnudo y presuntamente a practicar sexo, también se produce el fenómeno de "El Hombre Invisible"... Seremos seguidos por personas que no nos atraen y perseguiremos a quienes no estén interesados en nosotros. Y aunque a veces contactaremos con alguien con el que la cosa no funcionará, de vez en cuando saltará la chispa y nos pondremos malitos del corazón. De ahí a la adicción hay poco, aunque los aspectos negativos obligan a controlar la asistencia.

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