Buscar en este blog

domingo, 4 de mayo de 2008

Abulia

Llevo mucho tiempo dejándome remolcar por la vida, sin tomar decisiones para cambiarla y mejorarla. No sé si estaré deprimido, no sé qué hacer... realmente no me apetece hacer nada. Puede que mi estado físico (sobre todo la gordura) y los valores anormales de componentes en la sangre me estén privando de la voluntad para llevar a cabo las cosas a diario. Ya estoy a dieta y con ejercicio para tratar de mejorar, aunque me da la impresión de que hay un peso en el que me quedo estancado, pues no logro bajar más. De todos modos intentaré continuar con ello, puesto que parece que algunos pantalones ya me quedan un poco más flojos.

Hoy, siendo el día de la madre, he estado un buen rato preparando el regalo. Sabía que tenía que hacerlo, sobre todo para no quedar mal con respecto a los demás, pero no me apetecía lo más mínimo. Al final, recibir un "yo creo que estos ya los tengo" antes que las gracias, tampoco ha ayudado mucho a pensar que valió la pena.

Hace una semana estuve de viaje (quizá sea contenido para otra entrada). Han sido unos días bastante plenos, haciendo lo que nos venía en gana, sin pensar en obligaciones más allá de pasarlo bien y ver cosas. Además teníamos un buen guía, totalmente impagable, gracias a quien hemos podido ver mucho más de lo que habríamos disfrutado en un viaje organizado. Sin embargo, nada más volver a casa me ha golpeado la falta de interés por todo.

Más bien podría decir que he vuelto al estado "normal", a la rutina que me molesta, pero de la que no sé cómo salir. Necesitaría replantearme muchas cosas, aunque no sé ni por dónde empezar. Soy consciente de no ser el único en esta situación de desorientación. De hecho, escribir este artículo viene un poco por haber leído "Conócete a ti mismo" en "El Sentido de la Vida", una página que vengo siguiendo desde hace mucho tiempo ya. Pero estoy seguro de que me queda mucho más por reflexionar sobre mí mismo que a él.

Mañana me toca trabajar. Si tengo suerte y consigo terminar todo lo necesario (bastante probable, porque muchas cosas son casi automáticas), el madrugón será sólo mañana y estaré casi otras tres semanas de vacaciones. Todavía me quedaban por disfrutar todos estos días del 2007, que no he podido utilizar antes por la baja de la primera operación.

A ver si con un poco de suerte me puedo volver a marchar de viaje unos días a otra parte. Por lo menos así desconecto de mis historias un tiempo, aunque sería mejor darle un poco al coco de forma constructiva para mejorar mi situación emocional...

No hay comentarios: