Buscar en este blog

domingo, 27 de junio de 2010

El Sueño De Una Noche De Estresado

Como ya he comentado en otras ocasiones, llevo ya bastante tiempo durmiendo regular; siempre pocas horas para mi gusto, sin quitarme nunca el cansancio de encima por completo, aunque al menos voy aguantando. Pero de vez en cuando, a mi cerebro le apetece gastarme una bromita y se emplea a fondo para que sólo consiga dormir un par de horas. El muy hijo de puta (hay que decirlo más), sabe que si me la gasta un jueves, puedo recuperarme algo durante el fin de semana, así que desde su atalaya donde todo lo ve y lo controla, se busca la forma de fastidiar un poco más y más de una vez me hace la puñeta los lunes para que vaya arrastrado toda la semana.

Ya he comentado el tema a diversos galenos. Por fin (no sé por qué antes no, por qué he tenido que esperar y estar tan mal tanto tiempo) parece que me van a hacer bastantes pruebas, pero lo primero que me han dicho es que pierda peso. Allá por octubre retomaré el tema. Desde luego que soy consciente que tengo muchísimo sobrepeso y vamos a ver cuánto consigo perder de aquí a entonces. Luchar contra el peso es una de mis eternas batallas, lo que significa que hasta ahora nunca he conseguido vencer.

Como comentaba anteriormente, me toca una semana un poco estresante: estoy con bastante trabajo, mi jefe presionando para que lo termine ya, yo intentando cuadrar las horas del mes y de la semana... Y no se les ocurre otra cosa a los hospitales, que darme 4 citas médicas para completar. Encima no me puedo quejar, porque me van viendo los temas lentamente; pero va a ser una semanita que no me voy a querer perder.

Comenzaremos el martes con una cita del urólogo que me parte la mañana y que está en a tomar viento de lejos de mi oficina. A ver si por lo menos me dicen si soy mujer o algo (es para revisar un análisis hormonal de la sangre). Veo la prolactina por encima del límite y me ha pasado en otros análisis ya... En parte, no me extraña ese valor. La psicóloga dijo que estos urólogos a veces cogen casos que otros médicos no suelen tratar.

Continuaremos el miércoles con la primera cita de psiquiatría de la SS por la mañana y la Sesión IV con la psicóloga por la tarde. Mae mía mae mía. Yo creo que se va a liar parda.

Y el jueves, como complemento para que después tenga que recuperar horas de trabajo otro día, me han llamado para que vaya a facerme pruebas de alergia. Ya ni me acuerdo la de años que han pasado desde la última vez que me las hice. He sido alérgico a los ácaros del polvo y a ciertos pólenes desde que nací, supongo. El otro día la neumóloga a la que me mandaron para estudiar el tema del sueño no fue muy agradable de trato, pero eso sí, me mandó hacer un montón de pruebas.

Por otra parte, tengo suerte de estar en el turno de verano, que es genial. Lo he cogido con un montón de ganas aunque estoy cansado; me ha dado la vena consumista y me voy "de compras" aunque luego la mayoría de las veces no me lleve nada. Ya lo tenía planificado desde antes de que llegase este horario. Espero estar igual de activo todo el verano; la verdad es que hay montones de posibilidades: viajes cortos de una tarde, piscina, paseo, estudiar, trastear, ordenar papeles, hacer fotos... El año pasado desperdicié el tiempo completamente y este año va a ser diferente; ya lo está siendo.

Hace unos días fui a un centro comercial por echar un vistazo a las ofertas de ropa que habían sacado, y no pude evitar despollarme vivo mientras buscaba pantalones de mi talla... El tejido debía ser tan malo, que venía ya con pelotillas por dentro. Me dio el ataque de risa y no podía controlarme. Me dio por pensar si me estarían viendo por las cámaras de seguridad, descojonado secándome las lágrimas delante de las perchas de los pantalones. Me costó un montón controlar la risa (a veces me pasa con el estrés y la verdad es que me desahoga bastante). Luego en los probadores comprobé que no me valía ninguna de las prendas marcadas con mi supuesta talla. No entiendo por qué permiten hacer tallas iguales que son de medidas diferentes. En fins.

jueves, 17 de junio de 2010

Sesión III

Tenía esto en borrador y hasta hoy domingo no me había puesto a terminar de editarlo, pero ya va siendo hora, para que no se me acumule con el texto de la siguiente...

En cuanto al tema de la sesión, no estoy de acuerdo con la forma de ver las cosas que tiene la psicóloga; al principio traté de hacerle ver que mi forma de entender el sexo es y SIEMPRE HA SIDO pausada, tranquila, disfrutando de cada momento. Pero ella me expuso su teoría acerca de que estoy estableciendo en mi cabeza una asociación entre la poca sensación y la estimulación prolongada en el tiempo, y que tengo que romper esa asociación.

Para ello, básicamente me comentó que debo limitar el ejercicio a dos fases de quince minutos como muchísimo (la primera de excitación con los estímulos o fantasías que necesite, la segunda dejando aparte esas fantasías y concentrándome únicamente en mis sensaciones). Dijo que debo intentar concentrar las sensaciones más potentes posibles, evitando que el grado de excitación baje y abandonando si esto ocurre. De ese modo, en teoría, se va rompiendo la mala asociación.

Yo entiendo su teoría, pero en mi caso no lo veo correcto; de lo poco que creo disfrutar ahora precisamente es de ese ritmo pausado, esa tranquilidad. Estoy probando el método ya que sino de poco serviría estar yendo a terapia. Pero los resultados son prácticamente nulos, porque al no tener las sensaciones físicas que tenía, intentar llegar de golpe al no-orgasmo me deja igual de insatisfecho, si no más que antes. Entiendo que en otro caso este método pueda funcionar, pero en el mío me da la sensación de que se está intentando resolver un problema que no existe: ¿cómo voy a potenciar unas sensaciones que no tengo?

Por otra parte, no me gustó un pelo que no me comentase el tema del tiempo cuando me explicó el ejercicio en la sesión anterior. ¿A qué estamos jugando? Cada vez que voy a verla me cuesta una pasta. La otra vez se limitó a contarme el ejercicio y yo claro, fui a mi ritmo habitual.

Mis expectativas son bastante bajas; ya que casi me he visto "obligado" a ir a terapia psicológica (puesto que todos los médicos terminaron recomendando lo mismo cuando se les acabaron las ideas), quizá en compensación esperaba algo "especial". No sé, que el terapeuta leyera más lo que siento y tuviese otro tipo de recursos. En las primeras sesiones he intentado estar abierto a responder todo lo que me preguntaba, pensando que en algún momento descubriría "no sé qué" y vaya usted a saber cómo, activaría algún interruptor mágico en mi cabeza.

Sé que quizá es poco tiempo para que un tratamiento sirva de algo. Pero si de verdad sirviese, yo creo que algo debería haber notado ya. Así que dependiendo de que haya evolución o no, me voy a plantear dejar esta terapia, ya que me duele soltar pasta para nada y empezaré con la de la SS el día 30.

Tengo por delante una semana demasiado estresante para mi gusto: aparte de las prisas en el trabajo y tratar de cuadrar los horarios, me toca ir a 4 citas médicas diferentes entre el martes y el jueves. El miércoles, con dos loqueras diferentes, va a ser... pues eso, de locos.

Bueno, y volviendo a ella, se empeñó después en insistir sobre si no seguiría deprimido, si no habría superado mi depresión de HACE DIEZ AÑOS. Le dije que yo no me encontraba mal, que sólo estaba muy cansado por el problema de sueño. Me hizo un test de depresión sin decirme nada, aunque me di cuenta enseguida de lo que estaba haciendo.

No sé hasta qué punto condiciono mis respuestas al hecho de saber de qué va el test. Yo no me encuentro deprimido y ella me dijo lo mismo después de terminar el cuestionario. Creo que es normal estar jodido por perder el placer sexual en la vida, pero de ahí a pensar en la depresión va un abismo. Realmente hace diez años pasé una temporada bastante mala (y aun así, cada vez que me corría, disfrutaba mucho), pero está olvidado y noto la diferencia entre mi estado mental de entonces y el de ahora. Y ahora aunque tengo mis días regulares, en otros momentos me lo paso pipa. La experiencia de la vida te va dando más recursos. Y re-cursis.

miércoles, 9 de junio de 2010

Sesión II

La sesión de hoy también ha resultado bastante predecible. Después de comentarle algunos aspectos de mi familia que me ha preguntado, primero me ha soltado una perorata sobre cómo funciona el sistema nervioso. Ha dibujado una campana de Gauss, poniendo "Rendimiento" en el eje vertical y "Estímulo / Ansiedad" en el horizontal. Quería explicarme que si bien cierta cantidad de estímulos pueden producir respuestas (rendimiento), cuando hay demasiados estímulos o bien los solemos ignorar, o lo que es peor, nos pueden producir ansiedad, que hace que la respuesta sea menos efectiva cada vez. No sé si es un gráfico muy adecuado para explicarlo, pero se entiende lo que quería decir.

Me ha comentado que el objetivo que tenemos para que yo mejore, consiste en eliminar todo lo que me está impidiendo disfrutar y centrarme en lo que puedo sentir. Que aunque tuviese algún problema físico (cosa que todavía no sabemos, pero de lo que yo sigo convencido), la idea es potenciar lo que pueda dentro de las posibilidades: aunque quizá (si existe tal problema físico) no llegue a estar tan bien como antes de tener el problema, la meta es rebajar la ansiedad al mínimo y aumentar las sensaciones tanto como sea posible.

Después me ha estado contando en qué consistirían los ejercicios que debo hacer, igual de predecibles que todo el discurso. No quiero ser duro con ella; simplemente son cosas sobre las que ya he leído muchas veces. Yo creo que no se trata de nada que no haya hecho ya; si acaso puede variar un poco el método y en eso intentaré centrarme. Quizá sería mejor intentar recordar sus palabras, aunque no sean exactas.

Es normal que a veces no te apetezca hacer sexo. De hecho, la primera condición para comenzar con estos ejercicios es que sólo lo hagas cuando te apetezca de verdad. No te fuerces, no te masturbes sólo por "a ver qué tal se da esta vez". Cuando encuentres el momento en el que te apetezca y estés excitado sexualmente, relajado y no vayan a interrumpirte, entonces puedes ponerte a ello.

Al principio, para ayudar a aumentar las sensaciones, puedes servirte de lo que sea que te excite: fantasías, pornografía... Empieza viendo o imaginando estas cosas de modo que cuando empieces a masturbarte despacio, la excitación vaya en aumento.

Cuando ya estés plenamente excitado, debes pasar a la segunda fase del ejercicio, que consiste en eliminar los estímulos que hayas estado usando (porno, imaginación...), irte a un lugar relajado y continuar masturbándote lentamente, pero ahora únicamente centrando tu atención en las sensaciones que tienes. Puede que en algún momento vuelvas a los estímulos anteriores (por ejemplo con la imaginación), pero debes centrarte en las sensaciones, para aislarlas de todo lo demás. Después, cuando te apetezca, eyaculas.

Puede ocurrirte que una vez te pongas con el ejercicio, sientas que no es el momento, que no te está satisfaciendo. Es normal que a veces pierdas la concentración, pero no por demasiado tiempo. Si ocurre durante más de medio minuto, será mejor dejarlo para otra ocasión. No te fuerces por terminar. De esta forma, lo único que consigues es enlazar cada vez más fuerte en tu mente las malas sensaciones.

Si te apetece, puedes utilizar algún lubricante. Puedes hacerlo alguna vez con él y otra sin él para poder comparar. En cuanto a la frecuencia, como digo, debe ser cuando te apetezca de verdad. Quizá unas 3 veces por semana puede estar bien, aunque por supuesto pueden ser más o menos, dependiendo del deseo.

Una vez acabes, debes anotar la satisfacción que hayas obtenido, en una escala de 0 a 10. Debes indicar si has usado lubricante o no y en su momento, comentaremos más detalles para ir ajustando el proceso.

Entiendo que puedas no tener fe en esto. No hace falta que la tengas. Entiendo que pienses que no vaya a funcionar. Simplemente, haz los ejercicios y vamos valorando cómo evolucionar. Esto es un método de sensibilización adulto y como tal, ninguno de los dos vamos a estar a gusto si no nos esforzamos.


Pues nada, poco más me queda por añadir... Me ha recomendado que tome vitamina B porque según comenta es "el alimento del sistema nervioso" y por lo que comenta, no pasa nada aunque no las necesite, puesto que el sobrante se elimina. Le he dicho que ya tomé esas vitaminas hace tiempo y no noté ninguna mejoría, pero volveré a tomarlas (todavía tengo medio envase en la nevera)

Por último, hemos anotado las siguientes consultas (la suya y otras a las que tengo que acudir, de momento los días 14 y 30). Y por suerte, le he pedido que me hiciera una factura para cobrarme y parece que no habrá problema (este punto me preocupaba un poco; me está costando bastante y al menos quería tener un documento donde se detallase la terapia).

Seguiremos "informando"...

miércoles, 2 de junio de 2010

Sesión I

Ya ha comenzado el circo. De momento, ya me cabrea bastante tener que salir un poco antes del trabajo para ir a donde el viento da la vuelta, para acudir a unas sesiones que ni me apetecen, ni creo que vayan a servir de nada (salvo para gastar un dinero que no me sobra). Pero dado que todos los últimos médicos que me han visto han apuntado a terapia psicológica, no me queda más remedio. Entiendo que no es culpa suya, que la idea de los médicos es ayudar... pero ya me gustaría poder reclamarles después el dinero perdido.

Bueno, al menos parece que la idea es probar con varias sesiones y si no se produce ninguna mejora, nos volvemos a plantear el caso de otra forma. El último día de junio también tengo cita con un psiquiatra en la SS, que básicamente es lo que yo quiero: que me vea un médico. No me he atrevido a buscar uno privado. Sé que también va a ser un tema, por tratarse de un problema tan desconocido. Pero ya lidiaré con eso a su debido tiempo.

Realmente la sesión ha sido bastante predecible: contarle cuál es mi problema, los médicos que he visitado, lo que sentía y lo que siento. Después me ha pedido que le comentase más o menos cómo era mi vida sexual antes y después de comenzar el problema, para ver si se podía detectar algún hilo del que tirar.

Curiosamente, me he dado cuenta de un par de cosas:

1.- Yo atribuyo mi habitual somnolencia y cansancio sobre todo a los últimos dos años, en conjunto con la falta de placer. Pienso que la fatiga constante puede haberme influido en la disminución de las sensaciones. Pero resulta que ya había tenido algún episodio de fatiga extrema en el pasado. De hecho, cuando se rompió mi relación con mi primera pareja, hace ya unos siete años, el mayor detonante fue que no le llamé por teléfono en unos 4 ó 5 días, porque me encontraba hecho polvo. Esto llevó a que cuando él me llamó, tenía tremendo cabreo, unas cosas llevaron a otras y como no supe defender que le quería, se acabó.

Cuando aquello se rompió, yo estuve mal una temporada. Quise quedar con él para al menos tener una charla, quedar como amigos si era posible. Él no quiso y cada vez me costaba más coincidir por Internet. Al poco tiempo, un día salió el tema y me comentó que estaba en casa de un amigo en otra provincia. Le deseé lo mejor. Me sorprendió que hubiese encontrado a alguien tan rápido. Yo aquí sigo, después de todo este tiempo y aunque he hecho algunas intentonas.

2.- Durante mis escarceos amorosos, conocí a un hombre casado de otra ciudad, que estaba de visita por aquí. Me gustaba un montón físicamente, pero él tenía su vida organizada y no me gustaba la posición que yo iba a ocupar en su vida: el segundo plato. Su idea era básicamente así: que yo no hiciese nada en su ausencia. Me pareció un egoísmo increíble; él lo tenía todo: su familia, su trabajo, éxito en la vida... Yo no tenía nada y me pedía que fuese su amante exclusivo. En otras circunstancias (no estando casado, principalmente) quizá me lo hubiera planteado o hubiéramos llegado a un acuerdo de otra forma.

La historia es que la penúltima vez que estuve con él, fui a verle a su hotel. No recuerdo si se iba a marchar ese día... El caso es que no quiso hacer nada de sexo. Evidentemente tenía que cumplir con la mujer por la noche, pero me soltó tal mentira que me quedé a cuadros: dijo que por la mañana, pensando en mí, se había masturbado dos veces. Le dije que cómo no había esperado a la tarde, cuando yo iba a verle y me dijo que se había excitado mucho acordándose de mí, y que tuvo que hacerse un par de pajas para calmarse.

No sé si fue en esa misma vez o la siguiente que pasó por aquí, el penúltimo día no me dejó tocarle pero se puso a masturbarme frenéticamente. Poco antes de llegar al orgasmo, comprendí que lo que estaba intentando era vaciarme, para que yo no pudiese hacer nada en unos días. Entonces ocurrió que eyaculé prácticamente sin sentir nada, casi como me pasa ahora. Ahí si que fue la tensión del momento lo que me produjo esa falta de sensación. Me ha pasado pocas veces más y siempre por alguna razón clara: no me encontraba cómodo, estaba muy nervioso o algo por el estilo. Lo que me ocurre ahora no creo que tenga esa motivación, puesto que me lo tomo con calma, disfrutando lo que puedo aunque no sea mucho.

Creo que he llegado a la conclusión de que los hombres casados o similares me ocasionan más quebraderos de cabeza que las buenas experiencias que puedan darme. El tema es que si voy buscando pareja y encuentro personas con determinados compromisos, no son los candidatos que me convienen. Siempre he intentado disfrutar lo que me daban en lo posible, pero teniendo en cuenta que no podía convertirse en algo más serio. Ahora creo que ya paso bastante del tema, pero antes lo sufría en silencio, como las hemorroides.

También le conté un poco acerca de mi última pareja, puesto que de eso se trataba básicamente, quedando casi descartadas las relaciones esporádicas, que han sido mayoría, salvo que recordase algún detalle relevante. A este último hombre le conocí cuando ya tenía mi problema de anhedonia sexual, o como quiera llamarse. Al principio me metía bastante mentalmente en las situaciones, pero como el cuerpo ya no me responde como debiera, no disfrutaba demasiado del sexo. Además, tenía una personalidad bastante controladora y yo no lo llevaba bien, así que poco a poco me distancié de él. Sigo charlando de tarde en tarde con él, aunque ya no hay rollete.

En fin, yo creo que poco más que eso. Por supuesto me da un poco de corte contarle mis intimidades a una desconocida, pero así es como va la terapia... Supongo que si me paso con los detalles, ya me detendrá :) Por cierto, que me ha recomendado hacerme un estudio hormonal, pero el médico que me comenta no está en mi sociedad... Así que ya veré cómo lo soluciono.

Volviendo al tema del cansancio: Menos mal que hoy era festivo, pero ha sido un día muy malo... Espero que debido al calor. He estado en un estado de somnolencia tremendo casi todo el día. Me he levantado a las 8 y a las 9:30 más o menos he tenido que volver a tumbarme porque me caía de sueño. He abierto el ojo una hora después, sin sentirme descansado. No he hecho prácticamente nada, salvo salir a dar un pequeño paseo por la tarde. Me cuesta mucho esfuerzo vivir asín... Ya sé casi seguro que mi obesidad influye negativamente en la calidad de mi sueño, pero nadie me ha hecho un estudio para averiguar la causa y tratar de arreglarlo.