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miércoles, 2 de junio de 2010

Sesión I

Ya ha comenzado el circo. De momento, ya me cabrea bastante tener que salir un poco antes del trabajo para ir a donde el viento da la vuelta, para acudir a unas sesiones que ni me apetecen, ni creo que vayan a servir de nada (salvo para gastar un dinero que no me sobra). Pero dado que todos los últimos médicos que me han visto han apuntado a terapia psicológica, no me queda más remedio. Entiendo que no es culpa suya, que la idea de los médicos es ayudar... pero ya me gustaría poder reclamarles después el dinero perdido.

Bueno, al menos parece que la idea es probar con varias sesiones y si no se produce ninguna mejora, nos volvemos a plantear el caso de otra forma. El último día de junio también tengo cita con un psiquiatra en la SS, que básicamente es lo que yo quiero: que me vea un médico. No me he atrevido a buscar uno privado. Sé que también va a ser un tema, por tratarse de un problema tan desconocido. Pero ya lidiaré con eso a su debido tiempo.

Realmente la sesión ha sido bastante predecible: contarle cuál es mi problema, los médicos que he visitado, lo que sentía y lo que siento. Después me ha pedido que le comentase más o menos cómo era mi vida sexual antes y después de comenzar el problema, para ver si se podía detectar algún hilo del que tirar.

Curiosamente, me he dado cuenta de un par de cosas:

1.- Yo atribuyo mi habitual somnolencia y cansancio sobre todo a los últimos dos años, en conjunto con la falta de placer. Pienso que la fatiga constante puede haberme influido en la disminución de las sensaciones. Pero resulta que ya había tenido algún episodio de fatiga extrema en el pasado. De hecho, cuando se rompió mi relación con mi primera pareja, hace ya unos siete años, el mayor detonante fue que no le llamé por teléfono en unos 4 ó 5 días, porque me encontraba hecho polvo. Esto llevó a que cuando él me llamó, tenía tremendo cabreo, unas cosas llevaron a otras y como no supe defender que le quería, se acabó.

Cuando aquello se rompió, yo estuve mal una temporada. Quise quedar con él para al menos tener una charla, quedar como amigos si era posible. Él no quiso y cada vez me costaba más coincidir por Internet. Al poco tiempo, un día salió el tema y me comentó que estaba en casa de un amigo en otra provincia. Le deseé lo mejor. Me sorprendió que hubiese encontrado a alguien tan rápido. Yo aquí sigo, después de todo este tiempo y aunque he hecho algunas intentonas.

2.- Durante mis escarceos amorosos, conocí a un hombre casado de otra ciudad, que estaba de visita por aquí. Me gustaba un montón físicamente, pero él tenía su vida organizada y no me gustaba la posición que yo iba a ocupar en su vida: el segundo plato. Su idea era básicamente así: que yo no hiciese nada en su ausencia. Me pareció un egoísmo increíble; él lo tenía todo: su familia, su trabajo, éxito en la vida... Yo no tenía nada y me pedía que fuese su amante exclusivo. En otras circunstancias (no estando casado, principalmente) quizá me lo hubiera planteado o hubiéramos llegado a un acuerdo de otra forma.

La historia es que la penúltima vez que estuve con él, fui a verle a su hotel. No recuerdo si se iba a marchar ese día... El caso es que no quiso hacer nada de sexo. Evidentemente tenía que cumplir con la mujer por la noche, pero me soltó tal mentira que me quedé a cuadros: dijo que por la mañana, pensando en mí, se había masturbado dos veces. Le dije que cómo no había esperado a la tarde, cuando yo iba a verle y me dijo que se había excitado mucho acordándose de mí, y que tuvo que hacerse un par de pajas para calmarse.

No sé si fue en esa misma vez o la siguiente que pasó por aquí, el penúltimo día no me dejó tocarle pero se puso a masturbarme frenéticamente. Poco antes de llegar al orgasmo, comprendí que lo que estaba intentando era vaciarme, para que yo no pudiese hacer nada en unos días. Entonces ocurrió que eyaculé prácticamente sin sentir nada, casi como me pasa ahora. Ahí si que fue la tensión del momento lo que me produjo esa falta de sensación. Me ha pasado pocas veces más y siempre por alguna razón clara: no me encontraba cómodo, estaba muy nervioso o algo por el estilo. Lo que me ocurre ahora no creo que tenga esa motivación, puesto que me lo tomo con calma, disfrutando lo que puedo aunque no sea mucho.

Creo que he llegado a la conclusión de que los hombres casados o similares me ocasionan más quebraderos de cabeza que las buenas experiencias que puedan darme. El tema es que si voy buscando pareja y encuentro personas con determinados compromisos, no son los candidatos que me convienen. Siempre he intentado disfrutar lo que me daban en lo posible, pero teniendo en cuenta que no podía convertirse en algo más serio. Ahora creo que ya paso bastante del tema, pero antes lo sufría en silencio, como las hemorroides.

También le conté un poco acerca de mi última pareja, puesto que de eso se trataba básicamente, quedando casi descartadas las relaciones esporádicas, que han sido mayoría, salvo que recordase algún detalle relevante. A este último hombre le conocí cuando ya tenía mi problema de anhedonia sexual, o como quiera llamarse. Al principio me metía bastante mentalmente en las situaciones, pero como el cuerpo ya no me responde como debiera, no disfrutaba demasiado del sexo. Además, tenía una personalidad bastante controladora y yo no lo llevaba bien, así que poco a poco me distancié de él. Sigo charlando de tarde en tarde con él, aunque ya no hay rollete.

En fin, yo creo que poco más que eso. Por supuesto me da un poco de corte contarle mis intimidades a una desconocida, pero así es como va la terapia... Supongo que si me paso con los detalles, ya me detendrá :) Por cierto, que me ha recomendado hacerme un estudio hormonal, pero el médico que me comenta no está en mi sociedad... Así que ya veré cómo lo soluciono.

Volviendo al tema del cansancio: Menos mal que hoy era festivo, pero ha sido un día muy malo... Espero que debido al calor. He estado en un estado de somnolencia tremendo casi todo el día. Me he levantado a las 8 y a las 9:30 más o menos he tenido que volver a tumbarme porque me caía de sueño. He abierto el ojo una hora después, sin sentirme descansado. No he hecho prácticamente nada, salvo salir a dar un pequeño paseo por la tarde. Me cuesta mucho esfuerzo vivir asín... Ya sé casi seguro que mi obesidad influye negativamente en la calidad de mi sueño, pero nadie me ha hecho un estudio para averiguar la causa y tratar de arreglarlo.

2 comentarios:

cal_2 dijo...

hola viejo colega ( lo de viejo, obviamente, no va por la edad, sino porque hace tiempo contactamos por nuestros blogs ). He leido con interés como siempre tu último relato a pesar de que los médicos no salgamos nunca muy bien parados .....cosa que comprendo y comparto en ocasiones. No sé porque pero me ha venido una idea a la cabeza y me acordé de un delicioso libro de Dickens " Los papeles póstumos del club Pickwick " que han dado nombre a un sindrome médico, el de Picwick. Un abrazo

redondeado dijo...

buaaaaa, maama, me ha llamado viejo y encima disimula. Snif :)

Entiendo que la medicina es algo muy muy complejo... Lo mío es simple pataleta por sentirme mal; aunque critique algunos médicos con los que me he topado, siento un profundo respeto por ellos (y por vos) y tengo la esperanza de que en algún momento vendrá la solución de parte de la comunidad médica.

He leído sobre el síndrome que comentas. Básicamente es eso, aunque me imagino que la intensidad de los síntomas es variable. Vamos, que estoy todo el día frito (dependiendo del día, unos mejor que otros). Sé que al menos de noche no debo respirar todo lo bien que debería. Seguiré insistiendo y tratando de solucionarlo.

De todas formas, muchos caminos pasan por lo de perder peso. Es un problema grande que arrastro toda la vida. Como dijo el bigotes, 'Estamos trabajando en ellou'... No sé hasta dónde llegaré.

Muchas gracias.