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miércoles, 14 de julio de 2010

Sesion V (de voyme)

La Sesión V estaba planificada para las nueve de la noche porque no había ningún otro hueco en la agenda a quince días vista. Acepté aunque desde que salí de la Sesión IV, mi plan era decidir en ese tiempo qué iba a hacer a partir de ahí. Desde entonces, aparte de algunas veces que decidí pelármela sin planificación, en esos días también hice los ejercicios tres o cuatro veces, con menor éxito que cuando no me estaba dedicando a ellos.

Así que llegó el día y desde el principio le comenté que como no había notado ninguna mejoría, iba a dejarlo. Puso cara de circunstancias... Entiendo que ella quisiera llevar el tratamiento a término, pero yo necesitaba dejarlo. Me estuvo intentando dar los últimos consejos: sobre todo, que debería seguir con los ejercicios. Se le escapó que la posible mejoría "si se produce, que tampoco te lo puedo garantizar, suele ser a largo plazo... Bueno, a medio plazo" (quiso corregir, al darse cuenta de que sus palabras no me iban a animar). Me dijo que si quería, llamase después del verano para pedir cita y comentar si había habido alguna mejoría... A mí no me apetece nada y además ya tengo psicóloga "gratuita" (la pago con impuestos) en la SS, así que de momento no tengo intención de volver a esta. La mejoría tendrá que venir entre lo que avance yo por mi cuenta y lo que me pueda ayudar la de la SS... Y bueno, a ver por dónde me sale esta.

Vale que la culpa no ha sido de ella; simplemente no me ha funcionado el método. Pero ¿a medio o largo plazo? Lo siento, a mi bolsillo no le sientan bien estos gastos, sobre todo si no hay una recompensa a la vista. Y un detalle que no me ha gustado nada es que, después de quince días, no tuvieran la factura preparada. Me parece una dejadez auténtica. Y con lo paranoico que soy yo para mis datos, no me ha molado nada tener que darle una dirección para que me la envíen por correo, así que decidí no darle la mía. Además, no es la primera vez que no tienen la factura preparada. Me da la impresión de que si el paciente no protesta, aquí más de uno trabaja con dinero negro.

He hablado bastante; como todo me daba igual, incluso le he contado algún chisme mío. Me ha vuelto a preguntar si tengo más sensación con la masturbación o cuando estoy con alguien y le he contestado lo de siempre: que es diferente. Que con la masturbación tienes más control, pero con otro hombre tienes el goce de verle disfrutar, el calor, la ternura y otras cosas que no tienes estando solo. Pero ninguna de las dos formas es mejor que la otra; simplemente
son distintas. En ese punto, le he comentado que por ejemplo, con dos personas a la vez también es otra cosa diferente y se ha sonreído, diciendo que bueno, eso ella no lo sabía. Pues sí, también es distinto, a veces mejor (si todos colaboran), a veces peor (que de todo se puede encontrar uno).

En resumiendo, el mundo del folleteo y del pajereteo es muy variado. Yo sé lo que me gusta y lo que no. Puedo probar cosas que creo que me pueden gustar; puedo ir descubriendo cosas que quizá no me imaginaba que me pudieran gustar. Pero es difícil que mejore si busco algo totalmente distinto de mis gustos. Entiendo que el tema de los ejercicios se trata de concentrar las sensaciones en el menor tiempo posible, teniendo una fase previa de excitación, pero intentando no mezclar las fantasías en la segunda fase, concentrándote en lo que sientes... El problema es que una de las cosas que más me excita precisamente es tener fantasías o ver imágenes que me pongan, así que mis segundas fases se van bastante a la mierda con esta forma de ejercicios.

Pues nada, al final me estuvo animando para que me socialice, busque pareja incluso, ya que el cariño de otras personas puede influir en mi mejoría... Ha habido una vez que se me ha quedado mirando y me ha preguntado qué pensaba. Realmente no estaba pensando en nada concreto, sino más bien esperando que ella continuase por algún lado; me ha parecido un truco un poco malo, como esos monólogos de la comedia en los que las mujeres dicen de repente ¿me quieres? o ¿en qué piensas? y todo acaba en una frase cortante que hace brotar carcajadas de la gente. Le he dicho que lo sentía por ella, que me imaginaba que le gustaba resolver sus casos y tal, pero que no era culpa suya. Pero lo siento más por mí que por ella. El problema lo sigo teniendo yo.

Pues eso, que la verdad, ha sido un alivio dejar de gastarme dinero así, ya que yo sin terapia sigo relativamente feliz salvo en este tema. Por otro lado, queda esperar a ver por dónde me sale la otra; de este tema ya tocará hablar la semana que viene.

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